17 ago 2007

Las corporaciones, las instituciones, las estructuras, lo cargos ejecutivos y los obreros, no dan información ni crean vínculos, no hacen relaciones interpersonales ni crean fidelidades o confianzas. Por el contrario marcan distancias y se encierran en oficinas y reuniones “estratégicas” o sindicales. Es por esto que los diálogos y sus prácticas informales los socavan y los invisibilizan en el mundo real, ese donde la empresa existe si los consumidores quieren y creen en su existencia. Ese en donde una corporación no es un producto, una marca o una valla publicitaria, es la gente que trabaja que se organiza y que pertenece a su estructura legal sin perder la individualidad del ser. Un ser que habla y necesita comunicarse, al igual que quienes creen o se interesan en ellos. Esa relación con caracter "interpersonal" es la exigida por los mercados gracias a su misma naturaleza. Los mercados exigen relaciones, no información, hechos, no promesas, exigen una

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