La credibilidad de las organizaciones está desapareciendo conforme siguen actuando como si sus públicos no supieran lo que ocurre dentro de ellas. Sin darse cuenta de que (como narra la tesis 12 del Manifiesto Cluetrain): “No hay secretos. El mercado en red sabe más que las empresas acerca de sus propios productos. Y ya sea que las noticias sean buenas o malas, se las comunican a todo el mundo”
Las organizaciones poseen en sus manos la oportunidad de aprovechar este tipo de comunicación, sin necesidad de levantar un dedo para lograr que sus públicos conozcan sus novedades o situaciones.
He aquí la solución con nombre y apellido: comunicación viral.
Malcolm Gladwell lo explica en su libro “Tipping point”, el cual gira alrededor de la teoría de que “las ideas, los productos, los mensajes y las conductas se extienden entre nosotros igual que los virus”. Partiendo de este supuesto, la comunicación viral es la vía para difundir mensajes de manera más efectiva.
Ignorando esta teoría, actualmente se gastan alrededor del mundo monstruosas cantidades de dinero en publicidades escasamente efectivas y comunicaciones netamente unidireccionales.
Frente a estrategias poco creativas y mediocres de hace ya unos años presentadas por las agencias de publicidad y relaciones públicas, Seth Godin afirma (en “Liberando los ideavirus” del 2002) que: “la solución es, por supuesto, proporcionar a las personas una razón para que atiendan y escuchen y luego crear una infraestructura que amplifique su capacidad para correr la voz”.
El reto está entonces en lograr captar la atención del público, pues la infraestructura que funcionará como megáfono, ¡ya existe! Es comúnmente denominada: Internet, y mientras lees esto formas parte de ella.
Difundir mensajes a través de vallas o comerciales de TV es tan costoso como inútil. La red nos permite estar conectados y compartir información de interés sin necesidad de gastar un centavo, y de dar espacio a la bidireccionalidad, que permite mejorar el mundo de las comunicaciones corporativas de hoy en día.
Las organizaciones poseen en sus manos la oportunidad de aprovechar este tipo de comunicación, sin necesidad de levantar un dedo para lograr que sus públicos conozcan sus novedades o situaciones.
He aquí la solución con nombre y apellido: comunicación viral.
Malcolm Gladwell lo explica en su libro “Tipping point”, el cual gira alrededor de la teoría de que “las ideas, los productos, los mensajes y las conductas se extienden entre nosotros igual que los virus”. Partiendo de este supuesto, la comunicación viral es la vía para difundir mensajes de manera más efectiva.
Ignorando esta teoría, actualmente se gastan alrededor del mundo monstruosas cantidades de dinero en publicidades escasamente efectivas y comunicaciones netamente unidireccionales.
Frente a estrategias poco creativas y mediocres de hace ya unos años presentadas por las agencias de publicidad y relaciones públicas, Seth Godin afirma (en “Liberando los ideavirus” del 2002) que: “la solución es, por supuesto, proporcionar a las personas una razón para que atiendan y escuchen y luego crear una infraestructura que amplifique su capacidad para correr la voz”.
El reto está entonces en lograr captar la atención del público, pues la infraestructura que funcionará como megáfono, ¡ya existe! Es comúnmente denominada: Internet, y mientras lees esto formas parte de ella.
Difundir mensajes a través de vallas o comerciales de TV es tan costoso como inútil. La red nos permite estar conectados y compartir información de interés sin necesidad de gastar un centavo, y de dar espacio a la bidireccionalidad, que permite mejorar el mundo de las comunicaciones corporativas de hoy en día.
3 comentarios:
Esto me huele a que lo inspiró Miss Hoare? Estoy en lo cierto, o no?
Muchos besos
Ari
Ummmm...Esto me huele a Miss Hoare?
Creo que lo fundamental en la "viralidad" es que los gerentes de producto deben darse cuenta de que la forma más efectiva de que su producto se "viralice" es que sea realmente un buen producto. De lo contrario, obtendrá los mismo resultados que obtendrá con una campaña publicitaria costosa: un boom de ventas inicial que luego caerá estrepitosamente.
Los expertos en Mercadeo saben que lo principal es lograr la primera compra, ya que ese primer contacto con el producto generará una segunda, una tercera compra y quizá la tan ansiada "fidelidad" del consumidor. Ese primer contacto incluso puede generar por sí mismo el efecto viral.
La fórmula es sencilla, ¿tienes un buen producto? la viralidad está de tu lado. ¿Tu producto es malo?, entonces es mejor que inviertas en publicidad, a ver si por lo menos con el primer impulso recuperas tu inversión y te olvidas de él.
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