2 jul 2007

La invitación está abierta, ¿el reto? Crear las relaciones públicas que queremos y necesitamos

El pasado viernes se llevó a cabo en la Sala de traducción simultánea de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FACES) de la Universidad Central de Venezuela (UCV) el Seminario internacional “Experiencias e investigaciones sobre comunicación y Relaciones Públicas en América.” Una jornada que hizo pasar por nuestras mentes, a modo de película, todos los conocimientos que manejamos sobre el área, refrescando y cuestionando se armaron ocho horas de reflexiones sobre el oficio de las relaciones públicas en el norte y el sur de este continente.
Asistir de manera pasiva a absorber y asentir no era una posibilidad; las posiciones de los ponentes lograron mover las mentes del colectivo. Las preguntas no faltaron entre un público de aproximadamente 150 personas que llenaba la sala y que se componía, en su mayoría, de trabajadores d el ramo, profesores y estudiantes de comunicación y relaciones públicas.
María Aparecida Ferrari, originaria de Brasil, fue la primera en exponer. Sus conocimientos e investigaciones plagan su síntesis curricular con la frase “relaciones públicas”, en resumen, es una experta en el área y ha desarrollado sus líneas teóricas en América del Sur. Es Licenciada en Relaciones Públicas y, partiendo de allí, nos pareció polémica su exposición. En Brasil, las relaciones públicas están profesionalizadas desde la década de los sesenta. Para nuestros vecinos la discusión, acá presente, sobre si este oficio debe o no impartirse en las universidades está caduca. A nivel de producción bibliográfica, Brasil está en la punta latinoamericana. La presentación de Ferrari se paseó por la historia de la profesión en su país y cuando ya las palabras sonaban lejanas, la profesora, Decana de la Universidad Metodista de Sao Paulo, las anclaba de nuevo a tierra despertando inquietudes. Se pudo desprender de la intervención que la profesión del relacionista público en Brasil es de carácter mucho más estratégico que operativo, la profesora expresó lo siguiente: “El diseño lo hace el profesional y la actividad la desarrolla la agencia.”
Un corto lapso para preguntas abrió paso al mediodía y, después del almuerzo, relevó a la profesora Ferrari, el venezolano Juan Carlos Molleda, profesor, investigador y coordinador de postgrados en relaciones públicas de la Universidad de la Florida, quien dio un giro bajándose del estrado de ponentes y anunciando que se saltaría el protocolo y realizaría no una ponencia unidireccional sino una charla interactiva en la que quería ser interrumpido con preguntas para aclarar los contenidos.
Las principales conclusiones de ambas ponencias podrían resumirse en un clamor continental: la gran necesidad de desarrollar relaciones públicas latinoamericanas, sin copiar los modelos traídos por las trasnacionales. Verdaderas relaciones públicas latinoamericanas, de conocimientos y experiencias autóctonas, publicaciones locales que armen un cuerpo teórico que permita al oficio convertirse en una profesión, en una profesión respetada y reconocida. “Las relaciones públicas en Venezuela no se profesionalizan hasta que desarrollen un cuerpo propio”, sentenció Molleda, quien además recalcó la necesidad de escribir las experiencias y reflexiones y publicarlas, tratando de aumentar cada vez más su rigor metodológico. Una invitación abierta a producir las relaciones públicas que queremos y necesitamos.
Ambos académicos expresaron la necesidad de fortalecer el diálogo entre la comunidad profesional y la académica; profesores profesionales y experimentados que tengan que contarle a sus alumnos. “Las empresas han evolucionado muy rápido y la academia ha quedado atrás.” Otra coincidencia, compartida con el público, se resume en otra frase de la profesora Ferrari: “Estamos ante un cambio de paradigma, si las organizaciones no se adaptan, mueren.”
El carácter estratégico de las relaciones públicas tuvo gran aceptación pero, que se limite sólo a eso, no tanto. Pensamos que la producción teórica es imperativa pero que sólo la práctica puede nutrirla, que el relacionista debe ser impulsor de estos cambios y de las nuevas experiencias.
El punto más polémico de la jornada: ambos profesores coincidieron en afirmar que las relaciones públicas son un gran “paraguas” que alberga: la comunicación, el periodismo, la comunicación organizacional y las actividades de los medios de comunicación (comunicación pública) Este punto generó no pocos cuestionamientos. No consideramos que las actividades mencionadas estén supeditadas a las relaciones públicas, creemos que, si bien el relacionista debe tener una visión estratégica y la capacidad para gerenciar, profesiones como el periodismo no pueden estar por debajo de un relacionista (tampoco encima) La comunicación debe ser la gran madre de las demás actividades que se desprenden de su seno, de la manera más horizontal, bien delimitadas entre sí pero con la nutrición necesaria entre unas y otras. El todo es mucho más que la suma de las partes. Ahora sí, por la paz entre periodistas y relacionistas estos deben convivir en igualdad de condiciones, deben aprender a pasar sobre las jerarquías y abrirse a un mundo a todas luces interdisciplinario.
Nuevos links han sido añadidos a nuestra cajita de –corpoVINCULOS— (derecha), esperamos que los revisen y sean de su interés. Son enlaces a quienes oficialmente producen ese conocimiento del que hablamos. Son el producto de nuevas conexiones, que esperamos rindan grandes frutos, surgidas a partir de ese día con el norte y el sur.
Haremos nuevos posts en los próximos días con más detalles sobre las ponencias, este seminario (cuya organización, por cierto, fue impecable) dejo mucha tela que cortar. Además contamos a modo de tesoro con los materiales que ambos ponentes desarrollaron y amablemente decidieron compartir con el público. Ya se los iremos exponiendo.
Nuestra reflexión final: tal como el periodista no debe estudiar periodismo para salir en televisión o ser como Carla Angola, no debe el relacionista público desarrollarse en el campo para organizar fiestas o porque “todos” le dicen que es “muy sociable”. La única manera de hacernos respetar y reivindicarnos ante el mundo es respetándonos y reivindicándonos ante nosotros mismos. Tomarnos la cosa en serio (sabiendo cuando no hacerlo también) es el primer gran paso.






2 comentarios:

Yimmi Castillo dijo...

Me parece que nos inquietó lo mismo. El egocentrismo de los RRPP es sorprendente.
Las comunicaciones son una profesión madre, una ciencia humana. Yo soy de los partidiarios de que en las organizaciones debe haber un departamento de comunicaciones que agrupe todas las actividades que en ella habitan y trabajen de manera concatenada en pro de los objetivos de ese famoso Marketing Plan que a muchos nos quita el sueño.

Anónimo dijo...

Mi pregunta es... Porque se dice que las Relaciones Publicas no tienen cuerpo propio, cuando aca existe un instituto que se llama instituo universitario de relaciones publicas, que tiene 44 años formando relacionistas publicos profesionales... Que pasa en estos congrsoso donde no se toman en cuenta estos agentes de cambios importantes?..Dejo la reflexion alli, soy estudiante de ese instituto y doy fe del profesionalismo de su cuerpo docente y de calidad academica que posee.